INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo tiene como finalidad presentar algunos aportes de  Federico Herbart,  a la educación.
Muchos son los autores que, en el campo educativo, han hecho grandes aportes, entre ellos  Federico Herbart.
La educación ha ido evolucionando con el ser humano.  No podemos  calificar de mejor o peor las teorías educativas y los modelos pedagógicos que nos han precedido, pues cada época tiene su forma y su estilo propios desde los cuales se le ha dado y se le sigue dando un sentido particular a la educación.
Las teorías del pedagogo Federico Herbart han tenido mucha relevancia en el   campo educativo.  Su propuesta pedagógica se fundamenta en la ciencia y en la psicología. Le dio mucha importancia a la pregunta por el  “cómo”, puesto que uno de sus grandes intereses fue pensar en la forma como podría orientarse a los niños y a los jóvenes para que su proceso de enseñanza aprendizaje fuera significativo y para toda la vida.
Su trabajo  pedagógico es sólo una parte dentro de un amplio y complejo conjunto de estudios: metafísica, lógica, estética y moral.
Fue un brillante filósofo y ensayista alemán que promovió el estudio de la pedagogía como ciencia a través de la Ética y la Psicología; para ello diseñó un amplio marco educativo aplicable a todo tipo de alumnos, promoviendo como objetivo supremo de la instrucción la moralidad.
Concibe a la educación como un proceso gradual y perfectivo, que aviva la atención y logra enriquecer la experiencia con un fin propio: La moralidad.
Herbart explica el alma como un ente pasivo y resultado de las experiencias, teoría muy contraria a la del espíritu, que para él funciona como  una mecánica de representaciones en las cuales se da un constante flujo y reflujo de ideas, que le dan dinamismo o estática,  dependiendo de la fuerza de atracción o repulsión con que estas actúen. La personalidad, el carácter y el individuo en sí mismo son resultados de todo este movimiento.
Sin embargo, para que esto suceda el educando tiene que estar expuesto a constantes estímulos externos (vivencias) que permitan construir su personalidad a base de experiencias. Es por ello que, desde la filosofía Herbartiana,  la labor del educador debe consistir en “edificar el espíritu infantil” a través de la enseñanza y la cultura moral.
Según Herbart, una educación completa deberá despertar, desarrollar y armonizar en el niño una multiplicidad de intereses.
Herbart influyó, a través de sus teorías, en la educación del siglo XIX.  Con  fervorosos discípulos, sus teorías y métodos se aplicaron en muchos países de América y Europa.
A pesar de que Johann Friedrich Herbarth  influyó notoriamente en la psicología moderna y logró elevar la pedagogía a un nivel científico nunca antes visto, fue muy criticado en su época debido a que era un científico en un mundo idealista.
A partir de sus teorías es posible inferir que la Educación Religiosa Escolar no es un área aislada en el sistema educativo, sino que hace parte de todo un tejido desde  el cual se busca formar íntegramente al ser humano.  Desde esta área se le debe ayudar al educando a trascender;  a encontrarle un verdadero sentido a su existencia como persona y como creyente; a ser espiritual; a ejercer concientemente su derecho a la libertad.  Además, la Educación Religiosa Escolar debe brindar fundamentos sólidos  para que la persona pueda descubrir los caminos que más le convienen, para que, guiada por unos valores y principios firmes,  construya sus propios caminos y llegue así a su realización.
El educador de esta área tiene un gran reto: Edificar el espíritu infantil, despertando, desarrollando y armonizando multiplicidad de intereses, a  través de estrategias metodológicas dinámicas, que  respondan a las necesidades de los niños y jóvenes.